Me dijeron que era una veleta, una mujer sin rumbo claro, infiel por consecuencia, una experta ursurpadora de retratos ajenos...
Nada mas acepté; la veleta tiene su encanto y choca de frente con el vientó.
1/18/2007
¿Y si fuésemos sinverguenzas?
¿Y si fuésemos sinvergüenzas?
Caminarías descalzo Escupirías al cielo Y caerían centrífugas de heroína
¿Y si fuésemos sinvergüenzas?
Claro, la verborrea crónica Calaría los huesos y la soberbia en vez de desplegar Esa sutil elegancia efervescente, No adornaría más que la viscosidad Paupérrima del arma punzante VIRIL Que cala aún mas profundo
¿Y si fuésemos sinvergüenzas?
Volveríamos a ese trueque arcaico Y serías capaz de negociar esa hamburguesa de… ¿bichos? Enardecida irremediablemente de Transnacionales mundanas e incorregibles Por una refrescante coca cola “ligth” y con hielo Y sentarte Fumar de un pitillo Y escuchar con atención Al weon de la historias
¿Y si no lo fueras?
La soberbia sabría mejor Tus huesos serían mejores amantes Probablemente calaría todo menos profundo EL weon de las historias Contaría más cuentos y claro, menos historias Y negociaría la verdad a cambio de la Sinceridad de una mentira piadosa
¡pero no¡
Definitivamente resultamos ser aquellos doctos sinvergüenzas Y un puñado de banalidad Empañaría el fabuloso devenir De una velada perfecta
¡Salud compañeros¡
Por el hecho sustancial De ser uno de eso tantos Seductores sinvergüenzas Dueños y señores de la contingencia, De la maravillosa contradicción y paradoja que nos envuelve.-
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